El espectáculo está servido
Neozelandeses y argentinos jugaron por el liderazgo del grupo en un encuentro donde el entretenimiento estaba asegurado, con espectáculo entre Tyler Kropp y Oscar Goodman. Un chico que estaba en todas las partes del campo, dando canastas, rebotes y triples a su selección, que se vieron en una lucha constante por llevarse la victoria y el liderazgo del grupo C.
El partido arrancaba con gran expectación por parte de todos los aficionados que esperaban impacientes el inicio del enfrentamiento de la jornada de hoy. Un encuentro donde se enfrentaban dos selecciones muy distintas, a la par que parejas. Aunque sea poco creíble, ambas selecciones son muy intensas a nivel defensivo. Pero no solo en eso, también lo son sus aficionados desde las gradas. Seguidores que se dejan la voz cada vez que sus chicos juegan. El partido inició con la Haka famosa y esperada de los neozelandeses que dejaron expectantes a los aficionados que grababan con el móvil. Mientras los espectadores que se encontraban viendo el partido desde YouTube, comentaban acerca del baile de los Neozelandeses, Gerónimo Ribó, aficionado de Argentina: "La única Haka que no da miedo, ¡vamos argentina! ¡Griten un sapucai! ¡Enséñenles cómo lo hacemos acá!". Tras lanzar el balón al aire, ambas selecciones salieron muy concentradas, pues en juego estaba el liderazgo del grupo y la tranquilidad de irse a la jornada de descanso siendo primeros. Un primer tiempo con gran nivel de anotación por ambas selecciones, dejando un marcador de 24-26, favorable para los argentinos.
El segundo cuarto abría con dos tiros libres anotados por parte de los neozelandeses, poniendo las tablas en el marcador. Un intercambio de canastas que los argentinos secaron, poniendo un más nueve favorable al llegar a la mitad del segundo cuarto. Obligando a Leyton Craig Haddleton, seleccionador neozelandés, a pedir tiempo muerto para lograr reducir el marcador y no dejar escapar a los favoritos del encuentro. Los argentinos, pusieron la directa y solo les pudo frenar, el descanso del partido. Donde los argentinos se fueron con buenas sensaciones y viéndose líderes del partido, tras conseguir crear siete puntos de ventaja.
Lachlan Crate y Tayler Kropp jugadores de la selección neozelandesa y argentina en el segundo partido de la fase de grupos. @FIBA
Tras el descanso, los neozelandeses tenían la misión de remontar el partido y vaya si lo hicieron. Los chicos de Nueva Zelanda, tenían un objetivo claro que debían cumplir. Entre la grada y los propios jugadores, se animaron para poder lograr una remontada en los últimos minutos del cuarto, que se haría derogar tras varias pérdidas y canastas rápidas anotadas por los argentinos. Una selección Argentina que demostró por qué consiguieron una remontada en tan solo un minuto. Pues los argentinos obtuvieron mayor concentración y finalizaron el tercer cuarto con cinco puntos de ventaja.
El último cuarto arrancó con más tensión si cabe, pues los neozelandeses estaban a cuatro de remontar el partido y los argentinos no podían permitirlo. En cambio, un acertado Oscar Goodman, dejó la diferencia a la mínima e Ihaka Cate puso el empate tras un triple que obligó a Leonardo Gutiérrez, a pedir tiempo muerto con cinco minutos todavía por delante para finalizar el encuentro. Un tiempo muerto que valió para darle la ventaja por la mínima a los argentinos. La tensión era palpable y en el pabellón de Estambul, Sinan Erdem Domen, cada jugada era una tensión y, a su conclusión, una celebración. Volviendo a aparecer, Oscar Goodman anotando debajo de la canasta, poniendo un más tres y haciendo que su seleccionador pidiera el tiempo muerto para calmar los nervios propios del partido, teniendo en cuenta la corta edad de los jugadores. Un tiempo muerto que salió favorable a Nueva Zelanda poniendo un más ocho en el marcador y llevándose la segunda victoria por 89-81.
En esta ocasión los que salieron mal parados fueron los argentinos y sus aficionados, que no se fueron contentos con el cierre del partido. Tadeo Swedeborg, aficionado argentino: "Se veía venir. ¡Mala defensa y ningún acompañamiento de los únicos dos que juegan al basquet!" Otros, en cambio, miraron en donde había estado la clave durante todo el partido. Es el caso de Ernesto Giacomodonato que aseguró que el problema había estado en la forma física de los jugadores. "Nos falta músculo en defensa y los neozelandeses están más desarrollados".
