Los nervios y la tensión estaba servida, los chicos de ambos equipos tan solo debían disfrutar de la mañana de balincesto que Pueleva les ofreció. El mejor arranque se lo llevó el conjunto de Málaga que un 4-6 consiguieron preocupar a Irene de la Casa, quien se vió obligada a pedir tiempo muerto para aydar a los suyos a tranquilizarse y entender el encuentro. Tanto fue así que los uritos lograron poner un parcial de 11-0 para marcharse al siguiente sexto.
Salida fuerte de los de Málaga que consiguieron anotar en un par de acciones seguidas recortando la diferencia. Rápido los ripenses consiguieron ponerse a tono para aumentar la diferencia a 10 puntos. Liderando en el marcador, la especialidad de los chicos de Irene alió a relucir. Contraataque tras contraataque los malagueños se fueron haciendo cada vez más pequeños. De ahí que encontraran una solución que les salió a las mil maravillas, hacer faltas personales. De este modo, consiguieron frenar a los de la capital y dejar una preocupación en un cuerpo técnico que sobre la marcha iban colocando las mecánicas de tiro. 11 puntos para cada conjunto en el cuarto y la preocupación de Irene al ver que sus chicos estavan en 3 de 9 tiros libres anotados.
Lo que no falló fue el buen rollo en una grada que hizo la ola y se animó a sacar los pasos prohibidos. Los de Irene de la Casa se pusieron el mono de trabajo, bajando el culillo en defensa y distanciándose en el marcador con los puntos anotados al contraataque. Paulina Molina se vió obligada a pedir tiempo muerto. De ahí que los malagueños volvieran a encontrar la solución en frenar los ataques y contraataques de los de la capital con faltas. Los uritos lo intentaron desde la líne de tiros libres, pero no fue su especialidad en el encuentro. Para mantenerse vivos los chicos de negro buscaron la anotación debajo de aro, logrando 39 puntos frente a los 17 de sus rivales. Cero puntos pudieron anotar los malagueños en el último sexto antes del descanso, complicando el panorama para los del Sur.

Los chicos de Uros salieron concentrados, consiguiendo puntos en ataque y obligando al rival a tener que buscar una nueva ruta de partido. Hasta el segundo sexto a los chicos de Málaga les sirvió la intensidad, pero llegado el cuarto sexto los chicos de Andalucía se vieron nuevamente superados sin poder anotar. Con 17 puntos los chicos de (Entrenador Málaga) se pusieron a defender llevando en inumerables ocasiones a la línea de libres a los locales. El marcador aumentó a los 21 puntos y a Irene de la Casa no le hizo demasiada gracia, habló con los suyos y les demostro que la clave de conseguir puntos era la defensa. De tal forma que los chicos de Uros de Rivas Dental Everest se pusieron a defender llevando el marcador a 56 puntos.
Con un colchón de 35 puntos los de la capital afrontaban el penúltimo sexto antes de asegurar su puesto en la final de la IV Copa Puleva. Una vez activado el piloto automático los chicos de Irene no pararon de anotar. Uno tras otro los puntos fueron llegando y los malagueños empezaron a despedirse de la primera plaza para la final. Sin aventurarse demasiado los de Uros empezaron a gustarse e hicieron jugadas dignas de ACB. El objetivos de los del Sur cambió de dirección de buscar el pase a la final a intentar que los de Madrid no les cerraran marcador. En el momento que los malagueños despertaban, Irene pedía el tiempo muerto para hacer que sus chicos sedaran la situación.
Tanto fue así que sirvieron el partido con 75-38 y la emoción de una capital que veía a sus dos equipos en la final de la IV Copa Puleva. El primer billete de la final fue para los de Uros de Rivas Dental Everest que orgullosos de sus compañeras por conseguir el pase se fueron a celebrarlo juntos. Los padres de estos chicos pudieron gozar de una alegría no tan inmensa al saber que debían volver en la jornada de tarde a disputar la final, pero un acontecimiento de este calibre es importante y rápido se olvidaron del calor, el desplazamiento y esperaron a sus hijos deseosos de ver el resultado de la segunda semifinal.