Los chicos de Sharman Lamar ganan por 51 puntos a Canadá
Un partido donde la atención estaba en el espectáculo que pudieron dar uno y otro equipo. Con un marcador abultado desde el primer cuarto, cuando los estadounidenses plantearon una defensa de salida presión que hasta ahora no habían hecho. Demostrando que ellos también saben defender y además de manera más que contundente, pillando a unos canadienses despitados y acumulando fallos, que dieron más alas a los norteamericános. Tras un segundo cuarto y segunda mitad donde los canadienses buscaron remontar, con tal renta era complicado. Bajándose en cuartos y siendo la máxima favorita semifinalista frente a Nueva Zelanda. Un partido donde se espera ver nuevas cartas de los estadounidenses.
Uno de los partidos más esperados, Canadá frente Estados Unidos. Un conjunto que tenía claro cómo quería terminar el partido, poniendo una presión desde el inicio y forzando seis pérdidas consecutivas. Los jugadores se fueron al banquillo con diez abajo, una diferencia que no haría nada más que aumentar.
Con 20 arriba y la tranquilidad de que si fallaban habría otro de los suyos al rebote, Estados Unidos enseñó una nueva carta, ayer se lo decíamos aquí en la Era Nueva, los norteamericanos han tenido una sorpresa nueva para sus rivales en cada partido.
Los siguientes minutos de la primera parte lo único que varió fue la intensidad con la que salieron unos canadienses, avasallados en el marcador y a falta de anotación. Unos chicos que tras vivir un partido complicado para el pase a cuartos y una jornada de descanso, no esperaban encontrarse con la selección estadounidense que estaba ante ellos. Aun así los chicos siguieron remando contra una Estados Unidos, acertada en todos los aspectos del juego. Lo que llevó a un cuarto sin minutos de descanso, con unos locales imparables y unos canadienses desesperados, poniendo el final de la primera parte con 39 de diferencia.
Smith Junior y AJ Dybantsa entre jugadores canadienses referentes en el partido. @FIBA
La segunda parte arrancó con mayor activación para la grada canadiense que pedían defensa a los suyos. Por mucho que lo intentaban, tan solo podían plantarles cara desde la distancia. Christopher George, pidió tiempo muerto para dar algunas instrucciones a los suyos y seguir luchando olvidándose del tanteo que era más que abultado.
La tensión del partido comenzó anotarse con unos canadienses que se gustaban y celebraron demás anotaciones, que fueron sancionadas con técnicas. Los últimos minutos del tercer cuarto, los estadounidenses erraron más de lo habitual, sin afectar demasiado al marcador que iba 93-41. 53 puntos de diferencia difíciles de remontar y donde si Canadá quería pasar a las semifinales tenía que superar, haciendo una remontada a la heróica.
Los últimos diez minutos fueron más relajados para Estados Unidos, unos jugadores que medían los esfuerzos. Teniendo en cuenta el partido del día siguiente, eso sí con vista puesta en el marcador. Cada vez que este disminuía, automáticamente apretaban, para volver a poner la renta de los cincuenta puntos. De ahí que Sharman Lamar pusiera en pista a jugadores con menos minutos, con cinco minutos por delante de terminar el encuentro.
Como última baza los canadienses pusieron una zona para intentar frenar la masiva anotación norteamericana, pero de nada sirvió, con 51 puntos de abismo entre ambos conjuntos.