Segunda final en territorio español con representación femenina española. Las chicas de la selección española U18 se plantaron en la final tras unas semanas de baloncesto arropadas por los aficionados españoles. Las chicas de Javier Torralba se fueron metiendo al público en el bolsillo. Tras varias dudas sobre el poderío de este conjunto, las chicas lograron hacer sold out y dar un auténtico recital de baloncesto con miradas fijadas en las dos pívots de Movistar Estudiantes y la base de Siglo XXI. Quienes esperaron ansiosos fueron los aficionados, deseosos de presenciar un partido que no se complicara demasiado y se tuviera que hacer uso del VAR, como sucedió a lo largo del Europeo. De menos a más, las chicas de la selección española de baloncesto U18 femenino se hicieron con el trofeo de campeonas de Europa tras una larga preparación, la cual concluyó con el objetivo cumplido, para arrancar unas vacaciones necesarias después de una temporada con DANAS y la PAU de por medio
ESPAÑA U18F vs FINLANDIA U18F
Balón al aire y posesión nuevamente para las españolas que por delante tendrían que abatir a las finlandesas. Una selección que se sintió como en casa desde el primer día, y las cuales jugaron con confianza y placidamente en terreno canario. En esta ocasión la grada estuvo repleta de gritos de ¡España, España! De los aficionados, que colgaron seis horas antes del encuentro, el cartel de aforo completo. Todas las entradas vendidas y llegaron los primeros puntos de las de azul, que seguras de los pasos que tuvieron que dar hasta llegar a la final no se iban a hacer pequeñas. Las españolas a remolque tuvieron la misión de empatar para lograr meterse en el encuentro. Con el marcador en tablas, a falta de seis minutos para concluir el primer cuarto, las finlandesas efectuaron su primer cambio. De poco les sirvió con unas españolas que, muy concentradas, metieron la directa para conseguir una ventaja de cuatro puntos. Cuando las de azul se cerraban a la penetración, aparecía para jugar la espalda de la defensa y anotar a placer.
Ambos conjuntos necesitaban de descanso y se efectuaron los cambios para encarar la mitad que restaba a unos diez primeros minutos en los que brilló la concentración de ambos conjuntos. Conocedoras del título que había entre manos, ninguna quiso cometer errores. Las canastas fáciles no eran negociables y comenzaron a subir el número de faltas, por parte de uno y otro banquillo. Si quieren diversión, Adriana Díaz les da diversión. Toda la defensa cerrada y la cabecera de los 3,65 para ella, sin pensarlo, apuntó y anotó el triple más celebrado hasta el momento. 17 puntos para las españolas y siete puntos de diferencia. Vaya cantera la de Movistar Estudiantes, que le permitió a Javier Torralba tener la tranquilidad de cambiar de pívots cuando gustaba, ya que, las dos eran igual de efectivas. Tanto fue así que cuando el partido se frenó, Javier optó por poner a las dos en pista y la cosa volvió a cambiar, salir a pista y anotar para poner un más once para España. Algo que obligó a Jane Hanninen a pedir tiempo muerto para que las anfitrionas no se alejaran. Un minuto que le sirvió más al conjunto español, pues fueron capaces de combinar un pase entre las pívots y dar la asistencia al triple de Mireya Sanz que cerró el primer cuarto.
Con una Gina entonada, arrancó el segundo cuarto de la final. Si la base y las pívots españolas estaban entonadas, la afición de La Palma estaba tranquila porque sabían que todo el encuentro estaba controlado. Recital de baloncesto de la mano de Gina Sanfont y Sara Oke en defensa eran un muro impenetrable y en ataque un auténtico desatascador, capaces de hacer disfrutar a una grada bajo el cántico de ¡Olé! Con la diversión de una parte llegó el enfado del otro banquillo. Donde no gustó que las españolas jugaran tan fácil e hicieran el recital que estaban presentando. De tal forma que tras el minuto, las finlandesas buscaron cambiar el rumbo al encuentro y volver a ajustar el marcador con un dos más uno firmado por la número siete, Erika Mace
El encuentro se empezó a calentar, mientras las finlandesas se acercaban en el marcador desde la línea de libre. Algo que no gustó a los aficionados, quienes no dudaron en mostrar su descontento con las decisiones arbitrales. Con un pabellón en plena ebullición, el conjunto que vestía de blanco avivó aquello con la anotación de más puntos, dejando al descanso 12 puntos de diferencia.

Fotografía de la copa de Europa U18F. @FIBA
La generación de 2007 estaba dando su mejor recital hasta el momento en la Palma. Mientras esperaban la respuesta de unas finlandesas que seguro no iban a quedarse atrás. Los minutos del descanso sirvieron para bajar revoluciones y presenciar los veinte últimos minutos de un Europeo que jamás se olvidará. La generación de Elena Buenavida tuvo frente a Estados Unidos la oportunidad de hacer historia en Madrid. Pero ahora el turno era para las chicas de Javier y aunque muchos recordaban lo que sucedió en Madrid, otros tenían claro que en esta ocasión el título de Europa se quedaba en casa.
Con las cinco iniciales, las españolas se vieron sorprendidas por la investida de las visitantes. En cambio, cuando la diferencia se puso por debajo de los diez puntos. Las chicas locales metieron el turbo dejando el encuentro en un intercambio de canastas que preocupó al banquillo de las blancas. El contacto físico se intensificó y un mal apoyo de la finlandesa Iida Riihela la obligó a retirarse del parque acompañada por la médico y el segundo entrenador. Mientras sus compañeras siguieron buscando la clave para liderar el partido, aprovechando el mal momento de las locales, lograron encontrar anotación en la línea de tres, con canastas fáciles. Obligando a Javier a parar el encuentro y recolocar a sus jugadoras que se habían empezado a quedar fuera de juego. A petición del Speaker, los aficionados comenzaron a animar para ver si, entre unas cosas y otras, hacían que las buenas sensaciones volvieran a aparecer. Pero el fallo en el acierto y la falta de la defensa dieron el oxígeno suficiente a una selección visitante que logró ponerse a dos de diferencia y obligar al seleccionador español a sacar la artillería del Movistar Estudiantes. Con las primeras filas sobre el terreno de juego, las españolas comenzaron a temer la investida de unas visitantes que no hacían nada más que acercarse, hasta que tras el minuto de Javier, las chicas de blanco lograron dejar la diferencia en cuatro puntos para cerrar el tercer cuarto del encuentro.
Con una afición entregada, el último cuarto se sirvió con una final de espectáculo, nervios y diversión asegurada. Pero para que pasara lo que la gran mayoría de los allí presentes deseaban, las chicas anfitrionas debían centrarse, volver a conectar, volver a tener acierto y dejar el cansancio al lado. Un cansancio que se hizo notar en los primeros minutos. Bajo nuevamente la adaptación de las jugadoras a una nueva vara de medir el contacto físico, las chicas tenían la misión de devolver la superioridad. Cuáles tiburones las de blanco olieron las horas bajas de las finlandesas y devolvieron la diferencia al marcador. Mientras su afición tocaba las palmas al ritmo de la Marcha Radetzky o más conocida como ¡Parabam, Parabam, para bam, pam, pam! Las locales volvieron a pisar el parque habiendo superado la segunda investida de las finlandesas. No sería la última y, aunque los grandes fallos se solventaron, quedaba por delante solventar las pequeñas cosas que seguían haciendo que el partido no se decantara para uno de los dos. Será porque Ti Amo fue el tema seleccionado para levantar a las dos aficiones, recuerdos de un Mundial en España que levantó a la grada entera. Por delante, menos de un minuto de juego y tan solo siete puntos de diferencia.
Aquellos corazones que no estuvieran a prueba de bomba lo tuvieron que pasar realmente mal, la grada en pie y en la línea de libres una Gina Sanfont que tan solo logró convertir una de las dos oportunidades. Ocho de diferencia, tiempo muerto y algo más de treinta segundos para que las finlandesas con posesión buscaran silenciar a una grada que apretó desde los primeros compases del torneo. De nuevo le tocó a Gina ser protagonista, en esta ocasión llevando a la finlandesa a la línea de tiros libres. Tres tiros, el primero fallado, el segundo anotado y el tercero para dentro para dejar la diferencia en seis. Como si de un monólogo se tratara, Gina Sanfont de nuevo a la línea de tiros libres, para en esta ocasión anotar a los dos. Robar un balón España y volver de nuevo a la línea de tiros libres, quien si no, Gina Sanfont que de nuevo volvió a anotar los dos tiros libres, poniendo la diferencia en 10 puntos. Convirtiendo a España en campeona de Europa U18 Femenino 2025 en casa, en La Palma. Quitando la espinita del Mundial y mostrando el gran nivel que las categorías inferiores tienen en el país.

Quinteto ideal EuopeoU18F 202. @FIBA
A título individual, la 12 de Finlandia, la francesa, la belga y las españolas Gina Sanfont y Sara oke fueron elegidas como quinteto ideal del Europeo. Esperando a escuchar la MVP del torneo que terminó en manos de Sara Oke, la española estudiantil que se hizo con toda la afición, mientras sus compañeras coreaban su nombre y sus padres derramaban las primeras lágrimas de una noche en la que la emoción estaba a flor de piel.
Como terceras clasificadas quedaron las francesas, que subieron al podio sonrientes, portando sus medallas de bronce. Las finlandesas también subieron al podio a celebrar la plata, con lágrimas en los ojos. Peor con la satisfacción de haber realizado un gran trabajo a lo largo de todo el torneo. Tocó el turno de las campeonas y los nervios se notaban. El orgullo de los directores, en la entrega de premios, se notó. Elisa Aguilar y Jorge Gargajosa mostraron una sonrisa tras hacer entrega de las medallas de oro a estas chicas. 1,2 y 3 Copa arriba y España proclamada oficialmente como campeona de Europa 2025 en la Palma de la categoría U18 femenina.
Con tan solo 18 años hicieron vibrar a todo un pabellón que vio suya una victoria sufrida, con investidas de las rivales y con un camino en que, a pesar de ser anfitrionas, no eran favoritas. Pero que tras nueve días, habiendo una final del deporte líder en el país con retransmisión en televisión abierta, coronaron llenando un pabellón que, cantando y coreando el nombre de su país, celebraron la victoria de las chicas de la generación de 2007.